Con ocasión de su recital en A Coruña el 10/11/2023 organizado por la
Fundación Rogelio Groba y celebrado en la Iglesia de las Capuchinas
Tras su llegada a la ciudad el miércoles 8, procedente de Londres, el jueves 9 de noviembre por la mañana Marta y Carolina se reúnen durante aproximadamente 1 hora con Santiago Cañón en una cafetería cercana a su hotel para realizar esta entrevista.
P. En primer lugar nos gustaría comenzar preguntándote por tu formación como violonchelista, ¿qué nos puedes contar de tus primeros años de estudio?
R. Empecé a tocar el violonchelo a los cuatro años y medio. Mi madre es violonchelista y eligió el instrumento, aunque yo al principio quería tocar el fagot. Estaba muy familiarizado con el sonido y el repertorio del violonchelo, porque la escuchaba a ella estudiar. Cuando tuve mi propio instrumento, me encantó. Sentí que era lo que tenía que hacer. Desde ahí hasta ahora, que tengo 28 años no he parado de estudiar. Henryk Zarzycki, violonchelista polaco, fue mi primer profesor en Bogotá, Colombia, junto con mi madre. Estudié con él durante 8 o 9 años. Se enfocó mucho en la parte técnica, en entender la geografía del instrumento. Fue como un “abuelo musical”. También se interesó mucho por otro arte que también me gusta que es la pintura. Mi abuelo y dos de mis tíos son pintores profesionales.
P. Además de estudiar con Henryk Zarzycki fuiste al conservatorio para recibir una formación
complementaria?
R. No. Yo siempre fui un estudiante privado. No asistí a ningún conservatorio. Entré en la universidad con 14 años y allí hice mis estudios de grado. Cuando Henryk Zarzycki se fue de Colombia, me quedé sin profesor y me fui a Nueva Zelanda, para estudiar con James Tennant, que había sido maestro también de mi madre. Estuve allí hasta los 17 años y para ello viajé con mi madre en un primer momento.
Después me fui a EEUU y estuve 2 años en Dallas con Andrés Díaz. La formación con él y con James ya no estuvo tan enfocada en la técnica instrumental sino más en lo musical. Y finalmente me fui a Alemania donde estudié en la Academia de Kronberg con Wolfgang Emmanuel Schmidt.
P. ¿Cuándo fue la primera vez que tocaste como solista con orquesta?
R. La primera vez fue a los 6 años. Toqué el concierto en la menor de Vivaldi con la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Fue un momento importante en mi vida, porque a pesar de que sólo tenía 6 años me di cuenta de que era lo que yo quería hacer.
P. Hablemos ahora sobre los concursos en los que has participado ¿cuál ha sido el más prestigioso en el que has tomado parte y cómo fue la experiencia?
R. El Concurso Queen Elizabeth (2017) en el que gané el Tercer Premio fue uno de los más prestigiosos, y también el Concurso Tchaikovsky en 2019, en el que gané la Medalla de Plata y premio como favorito de la audiencia y que fue el último concurso en el que participé. También gané el premio de la fundación Janos Starker 2018 y soy artista de la Nueva Generación de la BBC desde 2022 hasta 2024.
P. Y este premio de la Fundación Janos Starker ¿te dio opción a tocar con algún instrumento de Starker?
R. No. Se trata de un premio consistente en una dotación económica.
P. Dejando ya la parte formativa nos gustaría hablar un poco del repertorio violonchelístico. ¿Tienes algún tipo de repertorio predilecto? Alguna obra, o algún tipo de repertorio como conciertos, sonatas o repertorio a solo ¿Dónde te sientes más cómodo?
R. Siempre he tenido más afinidad por la música barroca, o más temprana, y también por la música contemporánea, de los siglos XX y XXI. El recital a solo que voy a tocar en A Coruña ( 10/11/2023) es una combinación de estas dos partes. Empezaré por Bach y luego daré un salto de varios cientos de años hasta una obra de Damián Ponce de León que es un amigo mío de Bogotá. Una obra que me gusta muchísimo, “La ruta de la mariposa”, y que la he estado tocando mucho también. Luego tocaré dos arreglos que hice yo mismo de dos obras que tienen que ver con mi infancia: “Recuerdos de la Alhambra” de F. Tárrega y “Asturias” de
I. Albéniz. Tengo un tío guitarrista y le escuchaba tocar esto cuando era pequeño y son obras que me gustan mucho. Es fantástico tocarlas aquí en España. Y terminaré el recital con una obra que yo escribí para mi último disco, que se llama “Ascenso hacia lo profundo”, y está influenciada por otros tipos de música que a mí me gustan mucho como es el rock alternativo y el metal. Trato de tener un repertorio muy variado, sin olvidar el repertorio más habitual, que me piden mucho también. Me gusta tocar repertorio menos conocido como el concierto n.º 2 de Saint-Saëns, o los conciertos de Ginastera.
P. Cuáles ha sido tus proyectos discográficos hasta ahora?
R. Hasta ahora he grabado 5 discos. El primer CD lo saqué a los 16 años. Se llama “Solo” y ahí está la sonata de Kodaly, una obra de Ginastera que se llama “Puneña”, la Suite de Cassadó, y la Sonata de Ligeti. Después publicamos dos discos casi al mismo tiempo: uno de sonatas rusas, Prokofiev, Schostakovich y Schnittke junto a la pianista Katherine Austin. El otro disco que se llama “Diable vert”, y es un disco de miniaturas musicales con obras muy conocidas y otras que no lo son tanto. Por ejemplo, quise incluir una obra de Arturo Márquez que se llama “Lejanía interior” que es muy bella. Después, en 2019, en Italia grabé junto al pianista Andrea Luchesini un disco dedicado a Beethoven y Schubert que es el único que no está en plataforma digital. Y el último es “Ascenso”, también de violonchelo solo.
El origen de este disco surge con la obra de Ponce de León que se estrenó virtualmente durante la pandemia. Después, cuando ya pude empezar a ofrecer más conciertos, programaba recitales para violonchelo solo y siempre la incluía. Luego tuve la idea de tocar obras a solo de compositores colombianos directamente relacionados conmigo y de ahí salió el disco. El CD incluye también una obra de Jorge Pinzón titulada “Mesonoxian”, y otra obra de Leonardo Federico Hoyos llamada “Urban Rhapsody”, mi arreglo de “Asturias” y mi obra “Ascenso Hacia lo Profundo” que la escribí expresamente para este disco, el cual terminó siendo un proyecto bastante personal. Cuando hicimos los conciertos de lanzamiento, para cada obra yo hice una pintura, que pusimos en escena, de manera que el proyecto no sólo era un recital de violonchelo, sino que incluía un elemento visual. También fue una oportunidad de mostrar esta otra faceta mía.
P. Cuáles son tus proyectos artísticos en esta temporada?
R. Es bastante variado. Tengo más proyectos a solo. También conciertos de música de cámara, pero es algo que hago con menos frecuencia. Ahora estoy tocando el concierto de John Williams. Es una pieza maravillosa y no tiene nada que ver con su música más comercial para el cine.
P. Qué instrumentos y con qué arcos tocas?
R. El instrumento con el que estoy tocando aquí en Europa es de un luthier americano, Wayne Burak, de Arlington (Texas), que murió hace poco. Es un violonchelo que me regaló mi profesor, Andrés Díaz, cuando recibí la beca “Mayra y Edmundo Esquenazi” en Colombia, la cual disfruté desde 2011 hasta 2022. Este año también empecé a tocar con un violonchelo de un luthier italiano, de alrededor de 1920, Gaetano Sgarabotto.
En cuanto a los arcos tengo dos Sartory, también tengo un arco construido por encargo por un amigo mío colombiano que se llama Alessandro Alberi y otro arco alemán, que no tiene nombre, pero que es genial también.
P. En relación con el futuro, cómo te lo planteas? Hay algo que te gustaría hacer además de ser solista? Por ejemplo, enseñanza, dirección de orquesta…
R. Bueno, de momento quiero continuar con mi carrera como solista. Cuando viajo a veces me piden Clases Magistrales y me gusta, aprendo muchísimo enseñando. No sé si alguna vez tendré algún puesto de profesor en algún sitio, pero tendría que ser algo muy flexible que me permitiera mantener mi actividad concertística. Me interesan mucho las artes plásticas. Últimamente le estoy dedicando más atención a la pintura. Muy pronto, en Viena, voy a tener la primera exposición de mis cuadros. Es algo que hago con mucho amor y me gustaría seguir desarrollando esta faceta. También me gustaría seguir componiendo. De momento sólo tengo la obra que interpretaré mañana, “Ascenso hacia lo profundo”, pero ya estoy trabajando en otra.
P. Y por último, en relación con Soncello, como te hemos contado que somos una asociación de violonchelistas y muchos de los asociados son jóvenes estudiantes ¿qué les dirías a estos jóvenes que están empezando su carrera profesional?
R. Me parece estupendo que haya una asociación como esta encargada de promover todas las facetas del violonchelo, no solo los conciertos, sino también la enseñanza, talleres, charlas… Y a los jóvenes les diría lo que mis padres me dijeron a mí, que sea lo que sea lo que uno haga, tiene que ser algo por lo que uno esté apasionado. Porque la pasión interior por lo que haces es un motor que nunca te deja parar y siempre estás feliz por cualquier progreso y nunca te estancas. Esto es lo que siento yo por la música y por el arte.
En nombre de Soncello y en representación de todos sus socios queremos agradecerte, Santiago, por su amabilidad y disponibilidad para dedicarnos su tiempo y aprovechamos estas líneas para agradecer a Pablo Vidal por habernos facilitado el contacto con Santiago Cañón.
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