Autor: Esteban Antonio Barlow Zas
Los alumnos y las alumnas de János Starker no olvidan los sabios consejos de su maestro. Entre estos consejos, uno de los más recordados fue: “No toques notas, cuenta una historia”. Me gustaría compartir una pequeña historia que ocurrió en la ciudad de Sevilla el último fin de semana del pasado mes de septiembre.
Para conmemorar el centenario del nacimiento del grandísimo maestro János Starker, se celebró un encuentro de cellistas para rendir homenaje a quien fue posiblemente el mayor profesor, cellista y músico de nuestra historia, además de una gran persona. Durante este encuentro musical se llevaron a cabo diversas actividades en conjunto, como clases magistrales, una proyección de vídeos sobre la vida y legado del maestro húngaro y charlas, entre otras cosas. Las actividades fueron dirigidas por antiguos discípulos del maestro, quienes compartieron sus experiencias musicales y los sublimes consejos recibidos en sus años como alumnos y alumnas de János Starker. No sólo consejos técnicos, sino lecciones de vida y, por supuesto, de la música. Estoy, al igual que todas las personas que hemos asistido, muy agradecido a quienes tuvieron la iniciativa de celebrar a esta gran figura en la ciudad de Sevilla.
Para mí, el evento más destacado de aquellos días fue asistir a las masterclasses que impartió Gary Hoffman, exalumno de Starker y a día de hoy uno de los cellistas más reconocidos mundialmente. Las mañanas en el Conservatorio Superior de Sevilla dieron lugar a momentos inolvidables en los que el profesor Hoffman nos explicaba los conceptos más imprescindibles de cómo hacer música y no sólo notas, y de cómo a día de hoy se está perdiendo poco a poco esta filosofía.
Personalmente, mi experiencia fue absolutamente increíble, dado que fui uno de los afortunados que pudieron tener clase con el Señor Hoffman, además de poder escuchar una y cada una de las clases de mis compañeros. No sólo aprendí muchísimo cuando me tocó a mí interpretar, sino que el mayor lujo fue poder escuchar a todos los distintos cellistas que viajaron desde lugares lejanos para esta magnífica oportunidad, y cómo desde ese momento podré aplicar en mi aprendizaje aquello que se compartía.
Durante la mesa redonda, en la que participaron aquellas personas más próximas al maestro Starker, se compartieron puntos de vista muy interesantes acerca de la enseñanza en Bloomington, la repercusión de su legado y lo mucho que se echa de menos a esta figura referente no solo para la música, sino también para las artes. Carolina Landriscini, Gary Hoffman, María de Macedo, Suzana Stefanovic e Israel Fausto, entre otros alumnos y alumnas de Starker, fueron quienes compartieron con nosotros sus anécdotas, impresiones, pensamientos y consejos. Sus exalumnos, ahora profesores y profesoras, constituyen el legado vivo de Starker.
Janos Starker también decía: ‘Carry the flag’ (es decir, apoya y protege aquello en lo que piensas), y creo que ahora nos toca a los jóvenes cellistas defender este legado. En conclusión, fueron unos días fantásticos y enriquecedores en los que aprendí y disfruté mucho. Espero poder transmitir en un futuro próximo todo aquello que se me ha enseñado.
Me gustaría dar las gracias a todas personas que estuvieron detrás de la preparación de este evento: Israel Fausto, Carolina Landriscini, Gary Hoffman, Suzana Stefanovic y María de Macedo, entre otras muchas personas. Evidentemente, para mí esto no hubiese sido posible sin Soncello y toda aquella gente que lo conforma, y por ello me gustaría expresar mi mayor gratitud.
Autor: Esteban Antonio Barlow Zas
Fotografía: Elena Rodríguez Vidal
János Starker
(Budapest, Hungría 1924 –
Bloomington, EE.UU 2013)
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